«La escritura me facilita de una manera suave entrar en sitios donde no siempre me es fácil. Refuerza mi apoyo y mi creatividad, mi libertad y mi enraizamiento.»
«Cuando escribo siento que soy yo, desde la profundidad de mi ser, quien habla sin interferencias»
«Este curso me parece un camino hacia uno mismo lleno de posibilidades y de rutas. Es una herramienta poderosa, y que nunca se agota…»
«Para mí ha sido todo un descubrimiento el ver lo conectada que está la mano al corazón, no lo sabía. Es increíble cuántas cosas salen del interior de uno sin forzar, sólo dejándose llevar.»
«Lo mejor: descubrir un cosquilleo en la barriga cuando el bolígrafo va solo…»
«Es importante porque abre un canal en mí que me nutre profundamente.»
«Increíble la sensación de desahogo, de haber gritado sin gritar.»
«La escritura deja testimonio del momento, y al releerlo supone muchas veces darte cuenta de que la sabiduría está en ti, y que no es necesario que nadie te diga lo que ya sabes.»
“Lo primero que me llevo es una mirada tierna a quien soy yo y mis compañeros, un trabajo amoroso y respetuoso a nuestro sentir… con cada taller he ido derribando muros que me han permitido entrar en recovecos infinitos de mi ser, donde hay vida, calor, amor, risa, lágrimas, esperanza, coraje para sentir y alegría para compartir. Siento que he dado un paso de gigante, vivo ahora con más serenidad, más introspección, más permiso y más juerga (…) del taller me llevo un SÍ enorme a mí misma y a los demás”