Es un curso que aspira a despertar el potencial creativo de los enseñantes, al abordar los retos de la profesión utilizando el poder curativo de la escritura expresiva. Su intención es ayudar a los participantes a construir, con sus propias palabras, una narrativa integradora de su evolución personal y profesional que revele, contenga y dé sentido a las dificultades internas y externas que padecen, las experiencias significativas, las frustraciones, las intuiciones, los recursos y las aspiraciones que cobijan; y que a la vez exprese  lo sagrado del oficio, su propia fortaleza y autoestima, y el respeto por sus alumnos y las materias que imparten, aún en circunstancias difíciles.

El diario del profesor inicia un proceso compartido de autodescubrimiento que los participantes pueden después continuar de forma autónoma, llevando los beneficios de la escritura expresiva no solo al aula, donde podrán adaptarla a sus alumnos y materias concretas, sino también a todas las facetas de su vida personal y profesional.

 Temporalización:

En su formato extenso, el curso consta de nueve talleres de tres horas de duración; y en formato intensivo dos talleres de fin de semana, ocupando sábado y domingo por la mañana.